Hoy 29 de Diciembre y tras un año de muchísima transformación, quiero compartirles mi reflexión frente a este tiempo pasado y todo lo que sucedió.
Hablo sobre la muerte sin recordar haberla vivido en cuerpo, la he sentido muy cerca y más ahora en fin de año que se me ha presentado de frente.
Siento que el 2023 vino a despojarnos del peso del ya fue, vino a mostrarnos cómo no necesitamos de esas mil cosas que pensamos que son necesarias para nuestra vida. Aveces amable, aveces cruda. aveces suave, pero siempre decidida, la muerte se llevó y se sigue llevando más del 40% o 50% de lo que pensaba que era indispensable para mi vida, ese 45% de “Yo Soy” ya parece estar en la basura, así yo quiera mentalmente seguir apegada a esos pensamientos, la vida me sigue dando vueltas, me pone en lugares y junto a personas maravillosas. Cómo? No lo se, sólo se qué hay un plan más grande, que yo soy parte de el, pero que no soy la que lo dirige.
En medio de este viaje llamado vida, nos dedicamos a acumular pensamientos, creencias, recuerdos, sueños y millones de conexiones que no son sostenibles y estuvo aquí el 2023 para liberarnos de esa carga y prepáranos para abrir la mente y recibir lo que se viene.
Nunca había tenido tan cerca la muerte, este año murió mi abuelita Maria, la mamá de mi mamá, y eso movió un montón mi sistema familiar, y para bien, digo, ha sido muy lindo como la familia se ha unido después de su partida. Enseguida se fueron Cirito y Ori, también Luke, Inés, Yaku, Mina y Anita. Todos seres que conocía y me rodeaban. Ahora mi abuelo el papá de mi papá, que aunque su cuerpo parece no querer vivir más, la muerte le está dando más tiempo, no se para qué o por qué? Sólo me reafirma que la muerte es sabe y llega en el momento indicado.
Entiendo que la muerte es un viaje y se que todos estos seres divinos están partiendo de aquí porque en otros planos u otros lugares los necesitan, son guerreros de luz y van con una misión importante.
Abrirse a recibir a la muerte como una amiga que viene a renovar, a enseñar y a trasformar, es madre del fuego e hija de la luz.
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Hoy 30 de diciembre, me asusta tener a la muerte tan cerquita, hay seres que quisiera que me acompañaran toda la visa, pero las reglas de la vida son otras.
Hoy mi perrita Candela, el amor de mi vida, mi maestra y mi angel, está envejeciendo, está perdiendo fuerza en sus patitas y ya no puede caminar, me asusta despedirme de ella, me asusta despedirme de ella.
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Hoy 31 de diciembre, he llorado de preocupación, me duele que nuestra compañía se acabe, me duele su sufrimiento, siento que somos un mismo ser. Pero, hay un sentimiento que en lo más profundo me acompaña, y es un poco de confianza, confianza en la vida, porque siento que entiendo cómo la muerte puede ser la separación del cuerpo físico, pero la unión de las almas infinita mente, ya el cuerpo no nos separa.
Bienvenido 2024, me siento valiente y con el corazón lleno de amor para ofrecer.
Gracias por leerme
Nos vemos pronto.